Capítulo 429 Debes morir

«Qué mujer tan cruel. Y pensar que todos nos dejamos engañar por su apariencia dulce y sumisa…» pensó Shannon, pero el recuerdo de su brazo mutilado y su hijo muerto encendió de nuevo la ira en su pecho. Entonces arrancó la daga del pecho de Keira y trató de atacar de nuevo a Yvette; sin embargo, el ligero retraso que había causado el apuñalamiento de la otra mujer hizo que Shannon perdiese su primera oportunidad de asesinar a Yvette, y no habría una segunda: en ese momento, un nutrido grupo de guardaespaldas, encabezados por Micah, entró en la habitación. En cuanto Yvette divisó a Micah, el mundo a su alrededor se desdibujó y se arrojó a los brazos de él. Sin embargo Shannon, lejos de detenerse por la irrupción de hombres armados, se revolvió y trató de apuñalar de nuevo a su rival en el corazón. En los ojos de la agresora no brillaba el menor resquicio de piedad; de hecho, lo que más deseaba Shannon en el mundo era desfigurar el cuerpo y el rostro de Yvette a puñaladas, hasta que no quedase nada de ella. Era la única manera que cobrar venganza por la horrible muerte que había sufrido su hijo y darle así paz al espíritu del pequeño.