Yvette mantenía una expresión de desconcierto en su bello rostro.
—No comprendo qué es lo que pretendes decir, Shannon. Si acaso crees que yo fui quien asesinó a tu hijo y provocó que perdieras el brazo, siéntete libre de presentar las pruebas que tengas de mis delitos a Micah y Holden. Teniendo en cuenta lo cercana que eres a ellos, estoy segura de que se convertirán en tus aliados al instante —replicó Yvette.
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