Capítulo 377 A él también le duele
Las fotografías de Shannon eran en la práctica un caleidoscopio que retrataba al completo la sucesión de eventos que habían ocurrido durante y tras el atropello. Cuando llegó a la última imagen, a Micah se le desorbitaron los ojos y sintió cómo sus venas se inundaban de fuego: en la foto, una madre lloraba con desconsuelo sentada en un charco de sangre mientras sostenía el cuerpo exánime de un niño. De la cabeza del pequeño brotaba un manantial de brillante sangre roja, dándole a la imagen un tinte dantesco. Cuando centró su mirada en el rostro de la mujer, su alma se sumió en el caos, pues se dio cuenta de que se trataba de Shannon sin asomo de duda.
«Aunque las facciones del niño están borrosas por sus cruentas heridas y la mala resolución de la cámara, es evidente que son madre e hijo por la forma en que ella lo abraza. Y si Shannon es la madre de ese pobre niño… ¿quién es el padre?» reflexionó Micah, pero notó cómo en su corazón saltaban todas las alertas ante esa pregunta: se negaba a confrontar la verdad, pues sabía que, una vez que lo descubriese, entendería por qué la mujer que amaba le odiaba de esa manera. No habría vuelta atrás.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread