Después de que la persona al otro lado del teléfono repitiese lo que había dicho, Bailey observó cómo la cara de Artemis se tornaba aún más sombría, y no pudo evitar sentir curiosidad. «Para que este tío muestre tal expresión, ha debido ocurrir algo grave» se dijo ella.
―Muy bien. Voy para allá ahora mismo.
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