Caridee esbozó una sonrisa. Veikko contempló su rostro inmaculado y delicado, y por instinto alargó la mano para tocarla. La inocencia que desprendía era lo que él había anhelado, y era el único rayo de esperanza que había iluminado su oscuro y sombrío mundo.
—Caridee —gritó.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread