El silencio que reinaba era tan profundo que se podía oír caer un alfiler. Mucha gente ya había adivinado la identidad de Bailey, pero eran meras especulaciones. Sin pruebas concretas, no se atrevían a sacar conclusiones precipitadas. En ese momento, dos discípulos menores empujaban a Zara. Las miradas de todos se dirigieron instantáneamente hacia ellos.
Zara soltó una ligera risita. —En efecto, Bailey es discípula de la familia Yrina, pero no es mi alumna. En cambio, está bajo la tutela de mi gentil maestra, Yrina. Ella saltó a la fama hace tres años, y estoy segura de que muchos de ustedes habéis oído su nombre artístico. Sí. Ella es Yrinasion Muse.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread