Capítulo 1056 Nunca sabrás la verdad

Al principio, su intención era deshacerse del feto que Rainie llevaba en el vientre para que no quedaran pruebas. Sin embargo, también le preocupaba que Silvestre siguiera molestando a Rainie después de su aborto. Por otra parte, las cosas serían distintas si Rainie estuviera embarazada. Al fin y al cabo, todos en la familia Hollett creían que Mason era el padre de su bebé. Mientras el malentendido siguiera sin resolverse, Silvestre no se atrevería a poner sus manos sobre la mujer y el hijo de su primo y provocar la ira de todos. Con Mason manteniendo ocupada a Rainie, Karina tendría más oportunidades de acercarse a Silvestre y cultivar su relación. Aunque tuviera que recurrir a ardides o métodos turbios, estaba decidida a hacer lo que fuera necesario para convertirse en la mujer de Silvestre. Con ese pensamiento, tomó el broche que llevaba prendido en el cuello y se lo clavó en la yema del dedo índice. Al momento siguiente, empezó a gotear sangre de color rojo brillante. Karina levantó rápidamente las mantas, dejando que su sangre manchara las sábanas, creando la ilusión de que se habían aprovechado de ella. A continuación, creó intencionadamente moratones en su cuerpo para que pareciera más convincente. Aunque deseaba profundamente tener una relación amorosa con Silvestre, él prefería dormir antes que tocarla. Simplemente se negó a tocarla. Aunque tuviera millones de trucos en la manga, seguiría siendo en vano. Dadas las circunstancias, no tuvo más remedio que utilizar sus propios métodos para atarle y conseguir lo que quería.