Artemis pudo oír la gruesa insatisfacción en el tono de su esposa. Desde luego, no sería tan tonto como para negarse. Se apresuró a asegurarle: —No te preocupes, Justin no podrá salir de Hallsbay.
En efecto, Justin no podía abandonar Hallsbay. Fue porque Bill pidió que el vuelo despegara antes de tiempo. Cuando Justin llegó al aeropuerto, ya no podía hacer nada.
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