Bailey permitió que Blaze le gritara sin mediar palabra. Cameron sólo se envenenó mientras la rescataba, así que debería asumir toda la responsabilidad. Ya fuera Edmund o Cameron, nunca deseó que arriesgaran sus vidas para protegerla, porque soportar el peso de la vida de los demás era una pesada carga que llevar. Preferiría morir ella antes que verlos morir por ella.
—Tienes razón. No soy nadie y no tengo derecho a hablar de más, pero ahora que hemos llegado a esto, espero que puedas mantener la calma. Perder la cordura traerá consecuencias nefastas. —Dicho esto, se levantó y se dirigió hacia la puerta.
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