Capítulo 895 Tonto y despistado
La voz de Artemis llegó desde la puerta. Simón se dio la vuelta bruscamente y se apresuró a explicar: —Artemis, no estoy codiciando tu puesto. Sólo necesito un mes de ti. Una vez que me haya conseguido una esposa, te devolveré inmediatamente el puesto.
Artemis se acarició la barbilla, pareciendo vacilante en apariencia, pero por dentro estaba exultante.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread