Capítulo 501 Yo soy Vespera
Gritos agónicos y ruegos de clemencia inundaron la amplia estancia, pero una vez que Lina se hubo marchado, el público comenzó a calmarse. Poco a poco, la gente volvió a centrar su atención en Bailey, que no se había movido del escenario, y todos comenzaron a hacer muecas de incomodidad. «Y pensar que hace unos segundos le estábamos haciendo un juicio sumarísimo a esta mujer por ponernos de parte de Lina… ¿Cómo imaginar que todo escalaría de esta manera? ¡Qué vergüenza!» pensaban los espectadores, que se sentían profundamente humillados por la situación.
La opinión pública creía que al fin había encontrado un pez tan gordo como Bailey en el ámbito de la joyería, pero ese supuesto pez gordo resultó ser la propia mujer con la que querían comparar a Vespera: era ella, y ninguna otra persona, la legendaria anticuaria y única discípula del Gran Maestro Gadzinski. Su habilidad para tasar reliquias y determinar su antigüedad estaban a un nivel que el gran público ni siquiera llegaba a vislumbrar.
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