Lionel cerró los labios en una fina línea mientras estiraba una mano presionándola en el hombro y girándola. Cuando sus miradas se cruzaron, él podía ver la mirada de indiferencia que había en los ojos de ella.
―Aunque supuse que podría olvidarte después de todos esos años, no puedo retirar el amor que siento por ti. Has ganado, Victoria. Tienes mi corazón. Como he dicho, te ofrecí una explicación, pero nunca me diste una oportunidad de hacerlo. Eres tan cabezota e indiferente como lo eras hace siete años.
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