―Ver unas muestras de afecto ya es suficiente. ¿De qué te quejas?
Zayron se rascó el cogote y frunció las cejas un poco mientras subía a la encimera y se disponía a servirse un poco de sopa. Actuaba como si sus padres no estuvieran allí en primer lugar. Bailey sintió el deseo de darle una colleja, pero Artemis la paró.
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