Scarlett le dedicó una sonrisa sardónica, pero era perceptible un atisbo de hostilidad en su bello rostro. Sabía que Justin mencionaría el tema de la donación de médula en cuanto entrase por la puerta. «Parece que está decidido a salvar a ese hijo ilegítimo suyo. Una vez que el mocoso se recupere, ¿traerá a la madre y al hijo de vuelta a la mansión Xuereb y me echará a mí? Justin, ahora que sé lo que en verdad quieres, no permitiré que lo tengas. Mientras yo viva, Veronique no formará parte de la familia Xuereb, y ese pequeño bastardo sólo será reconocido como un niño ilegítimo» se juró para sus adentros.
—Estamos a punto de celebrar nuestra boda, así que no hay necesidad de que seas tan formal conmigo. Di lo que sientes sin más y no te preocupes por nada.
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