En el momento en que Rhonda entró en la salita de té de la casa Luther, Felicity se puso en pie deprisa para darle la bienvenida. No hacía falta decirlo, pero Rhonda se sintió algo desprevenida.
―¡Hey, Ronni! Estás mucho mejor ahora. La verdad es que fue una buena elección sanar en la casa Jefferson. Estoy segura de que tu salud mental ha mejorado con tus padres cuidando de ti. Incluso había pensado en mandar a alguien que fuera en busca tuya.
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