«Anonymous…» repitió Bailey para sus adentros, y una sombra de duda pasó por sus ojos. Hacía mucho tiempo que no escuchaba ese nombre. De hecho, si no fuese porque el hombre que estaba a su lado estaba haciendo su mejor esfuerzo para ayudarla a superar aquel trauma de su pasado, puede que ni siquiera se hubiera dado a conocer en el ámbito médico como Anonymous.
―Yo debería ser quien te dé las gracias. Si no hubiera sido por esa puñalada que recibiste, yo todavía estaría atrapada en aquel triste pasado y no podría ni sostener un escalpelo, mucho menos desarrollar fármacos y operar a enfermos para devolverles la salud.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread