Artemis arqueó las cejas y sonrió ante el tono quejumbroso de ella.
—¡Por supuesto que lo amaré, sea niño o niña! Gracias a este bebé, he podido darme cuenta de muchas cuestiones que hasta el momento presente me habían pasado desapercibidas —dijo él en tono críptico, y el significado oculto de sus palabras provocó que Rhonda se sobresaltase; sin embargo, antes de que inquiriese qué quería decir, Artemis continuó hablando—: Me he puesto en contacto con la persona responsable de los registros matrimoniales en el Ayuntamiento, y me ha asegurado que mañana mismo acudirá a nuestra mansión para casarnos. ¿Qué te parece? —propuso él de pronto, y aquella inesperada propuesta tomó a Rhonda por sorpresa.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread