—Disculpe, señora Verónica. Llegamos tarde —El hombre que iba en cabeza se acercó a Verónica con respeto.
Verónica vio a uno de los socios de Mateo, Joselo. No esperaba protección de alguien.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread