Capítulo 141 A Mateo le arrancaron la cabeza de un mordisco
—Las normas son las normas, y no vamos a saltárnoslas sólo por ti. No puedo darte un trato especial —insistió Mateo con obstinación.
—Tienes razón —dijo Verónica complacida antes de continuar—. ¿Qué te parece esto? Le diré al gerente que ponga mi cuenta bajo la tuya, ¡y me la puedes reembolsar cuando estés disponible!
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