Capítulo 843 Deja en paz a Javier

—Soy un ser humano de carne y hueso. Tengo sentimientos como cualquier otro ser humano normal. ¿Lo sabes? Pero, ¿por qué no te olvidas de Verónica incluso después de todas las cosas que hice por ti? ¡Nunca te di la espalda, después de todo! ¿Sabes lo asustada que estaba cuando Mateo murió? Cuando se dijo que había muerto, tuve miedo de que volvieras con Verónica porque pensabas que aún había esperanza. Lo siento, Bastián. Lo siento mucho… ¡Te quiero demasiado! —Como hija del líder de As Negro, Atenea era tratada como una princesa, ya que era la niña de los ojos de todos. Sin embargo, de todas las personas con las que podría haberse establecido, eligió a Javier y fue lo bastante indulgente como para aceptar su pasado. Aunque Atenea era conocida por ser una mujer indiferente, elegante, tranquila e inteligente, en cierto modo se sintió atraída por el carácter reservado de Javier. De hecho, la cicatriz del rostro del hombre le parecía demasiado encantadora, como si fuera una señal de que la edad le había hecho madurar y adquirir experiencia. Por eso se obsesionó cada vez más con la encantadora personalidad de Javier. A medida que su obsesión por aquel hombre se hacía más fuerte, incluso estaba dispuesta a abandonar su orgullo por él, sin tener en cuenta la desigualdad de estatus entre ambos.