Capítulo 810 Preocupación excesiva
Dicho esto, Leonor cubrió cuidadosamente las heridas de su cara con corrector antes de que salieran, salvando al joven príncipe de ser ridiculizado en público.
—¡Leo! —le sermoneó Domingo. Ningún trabajo honesto es demasiado bajo para merecer respeto—. Leonor siempre ha sido muy curiosa y le gusta aprender de los demás. Deberías aprender eso de ella.
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