Capítulo 343 Verónica secuestrada
Javier enarcó las cejas y sonrió mientras sacaba un trozo de pañuelo de papel y se limpiaba las manchas de vino de la cara despreocupadamente. Dijo con indiferencia:
—Vero, ¿desde cuándo nos conocemos? ¿Crees que no te entiendo? Desde que me pediste prestado el teléfono aquella noche, noté que te pasaba algo. ¿De verdad crees que no sé nada?
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