Capítulo 344 Es usted, Señor Cházaro
Patinando sobre hielo fino, Verónica hizo acopio de fuerzas y empujó a Javier para apartarlo antes de salir dando tumbos de la cama y correr hacia el exterior. Sin embargo, sus piernas cedieron a los pocos pasos y cayó al suelo. Golpe seco.
Javier permaneció sentado en la cama sin inmutarse y se limpió la sangre de la cara con una toallita de papel mientras la miraba con indiferencia.
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