Capítulo 580 Fotos de boda
Antes eran buenos amigos, pero ahora eran enemigos. Una estupefacta Sandra se quedó clavada en el sitio, y su expresión no podía verse con claridad porque llevaba gafas de sol. Sin embargo, su dolor se podía ver en cómo su mano temblaba un poco mientras apretaba su bolso.
—¡No lo hice a propósito! Mateo Borbón, ¿no te importo lo más mínimo? —Se apretó contra el pecho como si quisiera reprimir las emociones que se arremolinaban en su corazón mientras continuaba furiosa—: Después de aquel día, me culpé durante mucho tiempo. Admito que te quiero y que deseo estar contigo. También quiero separarlos a los dos, pero por muy terrible que sea, ¡nunca pondré mis manos sobre un bebé! ¿Pero cómo? ¿Cómo puedes pensar que soy una persona tan despreciable?
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