Capítulo 488 Mateo es un gran tonto

Ella fijó su mirada en Cházaro sin pestañear, como si quisiera adivinar lo que tenía en mente observando cada cambio de sus expresiones faciales, por otro lado, como a Cházaro le remordía la conciencia, miraba al suelo con expresión culpable, sin atreverse a encontrarse con los ojos de Verónica. —Si sigues sin acordarte, te haré otro recordatorio. Por aquel entonces, cuando solo ibas a la tienda de novias como seguridad, la tienda aún estaba en obras, y saliste de la tienda en medio de ese periodo. Entonces, ¿a dónde fuiste? —Puso todo sobre la mesa para hablarlo—. Puedo aceptar y entender que todo el mundo tenga secretos, pero ahora, estás empezando a interferir en mi vida privada. No puedo evitar preguntarme por qué estás dispuesto a quedarte a mi lado cuando tus habilidades están por encima de la media y, no eres una persona normal. ¿Cuál es tu motivo?