Capítulo 984 Amnesia severa
Este sentimiento fue sobre todo cierto después de que Mateo le rompiera el brazo izquierdo a Zac. Cada vez que le recordaban que su mano izquierda era ahora sólo medio brazo, el odio hacia Mateo se encendía de nuevo en su corazón. Hugo no respondió. Zac lo miró y agachó la cabeza pensando. Luego, soltó una risita, y todo su comportamiento se suavizó de inmediato.
—Te admiro. ¿Por qué no trabajas para mí en vez de para Bruno? Serás bien recompensado.
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