Roberta tomó una foto de su postre caro y se lo comió mientras editaba dicha foto para publicarla en su Instagram. Vio a la mesa junto a la suya y se dio cuenta de que alguien dejó allí un reloj de hombre Patek Philippe. El reloj tenía una esfera brillante y un llamativo emblema que combinaba un caballero y una cruz. Roberta supo al instante que dicho reloj valía una fuerte suma.
«Este reloj...».
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