Capítulo 305 Quédate en la cama
Cuando Samuel se despertó de su sueño aquella noche, vio que Natalia estaba apoyada en su pecho. Sentir su aliento en su pecho y ver sus gruesas pestañas revolotear le produjo un inmenso placer.
A diferencia de su habitual comportamiento frío y obstinado durante el día, Natalia parecía ahora un tierno gatito. Su cálido y húmedo aliento seguía rozando el pecho de Samuel. Antes no sentía esa sensación durante el sueño, pero ahora estaba excitado.
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