Capítulo 154 No voy a pedirle disculpas
Carmelo quería mucho a Sofía y a Franco. Aunque los consentía, nunca iba a permitir que se comportaran de forma desagradable. Él le había entregado la Familia Bonilla a Samuel, así que sabía que Samuel se las iba a entregar a los gemelos en el futuro. Por lo tanto, no podía dejar que los dos niños se salieran con la suya con un comportamiento tan arrogante.
—Mientras ambos se disculpen y admitan que están equivocados... —dijo Carmelo y luego se detuvo, sin embargo, su voz siguió siendo severa y continuó diciendo—: No los voy a castigar de manera tan severa. Lo que quiero es que admitan su error.
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