Capítulo 1052 La misma luna
Después de ducharse, Natalia se puso un pijama limpio y se acostó en la cama. Luego tomó una almohada extra y la abrazó con fuerza antes de respirar profundo el aroma de la almohada. Había pasado casi una semana desde que Samuel se había ido. Lo extrañaba y lo anhelaba aún más después de aquel sorprendente episodio en la azotea. El hombre había arriesgado su vida para obtener el mejor tratamiento para su esposa.
De hecho, había estado repitiendo su intención de salvarla incluso estando en su lecho de muerte. Tal vez ella hubiera tomado el mismo camino que Braulio había tomado si eso le hubiera sucedido a ella y a Samuel. Monte Escondido era un lugar remoto con muy pocos dispositivos de comunicación. Natalia dio vueltas en la cama para mirar la luna brillante a través de la ventana.
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