Capítulo 935 No funciona

Como era de esperar, la sombra en la oscuridad la siguió mientras tomaba el estrecho camino. Un destello frío cruzó sus ojos. Se puso de lado y mantuvo el cuerpo pegado a la pared, de modo que la persona no pudiera verla. A medida que el sonido de los pasos apagados se acercaba más y más, Natalia pulsó un botón de su anillo, y una pequeña y afilada navaja salió de él. Cuando casi pudo detectar el sonido de la respiración de la persona, Natalia saltó desde la esquina de la pared e inmovilizó al hombre por la clavícula. Apuntó la afilada navaja hacia su cuello. Al fin y al cabo, era forense y estaba muy familiarizada con la estructura del cuerpo humano, así como con sus puntos más vulnerables. La espalda de Eder se vio forzada contra la fría y húmeda pared mientras sentía el frío metal bordeando su cuello. Nunca se sintió tan cerca de la muerte. Sus arterias latían con fuerza debido a la adrenalina que corría por su torrente sanguíneo.