Capítulo 144 Seductora, pero frustrante
Como ya habían terminado de discutir, Fabián se preparó para dirigirse a la habitación para cuidar a Natalia, que estaba ebria. Sin embargo, sus piernas cortas y gordas apenas habían dado unos pasos antes de que Samuel gritara:
—Ya es casi medianoche. Deberías irte a la cama ya.
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