Capítulo 991 No tengo ganas de ayudar a Samuel
El auto solo se detuvo unos segundos. Al darse cuenta de que había atropellado a alguien, el conductor se apresuró a hacer un giro brusco y huyó a gran velocidad.
En la oscura noche, solo se veían dos deslumbrantes luces traseras que cortaban el aire. Natalia no tuvo ánimo para preocuparse por el auto que se había dado a la fuga. En cambio, bajó la cabeza y miró al joven que yacía en el suelo.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread