Capítulo 557 Sandra está buscando su propio destino
No era habitual que Verónica, de carácter fuerte, revelara su angustia delante de Mateo. Por eso, cuando la vio temblar de dolor, no pudo evitar que le doliera el corazón y que su mente se sumiera en el caos.
En cuanto salió del ascensor, corrió hacia su auto. Verónica no pesaba mucho, pero le dolían los brazos. Eso se debía a que no estaba seguro de cómo llevarla, ni demasiado apretada, porque podría hacerle daño, ni demasiado ligera, por si se caía. Por lo tanto, solo podía estirar los brazos y sujetarla con firmeza.
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