Capítulo 1005 No me digas que le has dado un beso a la fuerza
Carolina irrumpió en la habitación del hospital, jadeando pesadamente mientras miraba a su alrededor. Dentro de la habitación, Ubaldo dormitaba mientras jugaba. Al oír abrirse la puerta, miró hacia ella y bostezó.
—Hola, prima. Por fin has vuelto.
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