Capítulo 871 Absolutamente no

En el hospital, desde el lado opuesto de un cristal, Daniel estaba de pie mientras Dana permanecía sentada, mirando fijamente a la persona que estaba en la unidad de cuidados intensivos, con los ojos inyectados en sangre por no haber pegado ojo en toda la noche. El médico acababa de venir a examinar a Teodoro y dijo que sus constantes vitales seguían estables. Si no ocurría nada inesperado, debería poder superar sin problemas el periodo crítico. Al cabo de un rato, uno de los subordinados de Daniel se acercó y le susurró algo; habían lidiado con varios grupos de personas que intentaban infiltrarse en el hospital a lo largo de la noche, y éste era ya el quinto grupo. Daniel asintió y, cuando su subordinado se marchó, preguntó a Dana: