Capítulo 932 ¿Crees que no te mataré?

De repente, el mar aparentemente tranquilo mostró señales de fuertes olas, como si una tormenta se avecinara en el horizonte. El sonido de un disparo resonó de la nada, provocando que la multitud, ya nerviosa, tropezara y se dispersara entre gritos en todas direcciones, creando una escena caótica. Adán permaneció inmóvil cuando vio a Justino al otro extremo de la multitud. Sin embargo, solo alcanzó a ver su sonrisa brevemente antes de que sus asociados se lo llevaran.