Capítulo 970 Bienvenida a casa, señora Peralta

Para cuando llegó el momento de la boda, Sara no tenía planes específicos y sentía como si la estuvieran apremiando. Aunque no había planeado casarse tan pronto, durante su visita navideña a casa, ante la insistencia constante de sus padres, accedió algo confundida. En cuanto a la fecha, sus padres aún lo deliberaban, pero sería entre mayo y junio. Respecto a las fotos de boda, Sara consideraba suficientes las que se habían tomado en Villa Real el año anterior. Sin embargo, Daniel insistió en que esas no contaban y la llevó a Istmo. El clima allí durante marzo y abril era perfectamente templado, con un sol brillante pero no cegador, ideal para fotografías nupciales.