—Al menos habría recogido a una obediente. No recogería a una niña tan traviesa como tú ni aunque te encontrara en el camino —dijo Carlos.
Carolina le miró como un cachorro pateado.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread