Capítulo 999 Eres la única aquí derramando lágrimas sinceras
En el funeral, Carolina vio a muchos hombres mayores e incluso a Ubaldo, pero nunca vio a Leandro. Durante la ceremonia, la gente no paraba de acercarse para ofrecer velas a Felipe. Sin embargo, Carolina no veía tristeza en sus rostros. Todos parecían relajados; algunos incluso permanecían juntos, charlando cordialmente y riendo.
Carolina se quedó allí con la cabeza gacha y lágrimas en los ojos. Al cabo de un rato, su padre desapareció. Alguien se le acercó en ese momento. Al oír los pasos, Carolina levantó la cabeza bruscamente.
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