Capítulo 873 ¿No me odias?
Después de salir del hospital, Dana volvió a casa. De camino, se quedó mirando por la ventanilla del coche sin el menor brillo en los ojos. Justo cuando pulsaba el código de acceso, la puerta se abrió desde dentro antes de que pudiera estirar la mano para empujarla.
Su ayudante se acercó corriendo y la miró con ansiedad:
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