Capítulo 859 ¡Lo mató!
El hombre tenía cuencas oculares hundidas, una barba descuidada y varias cicatrices viciosas en la frente.
Sin mirar de cerca, uno no podría decir que era el mismo Theodore Frost que estaba tan lleno de espíritu unos meses antes.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread