Capítulo 607 Me envidian por sostener a una mujer tan hermosa
Después de otra ronda de sueño, Lina sintió que su cuerpo se fue ablandado, se estiró con los ojos cerrados, sin saber que su cara había rozado algo, era el tacto de la tela del traje, movió un poco el cuello, pero sintió algo con una fuerte sensación de presencia junto a su cabeza, entonces, abrió los ojos e iba a bostezar, pero lo que vio fue la mandíbula fría y afilada de un hombre.
Se quedó atónita durante unos segundos y no supo por qué estaba viendo semejante escena, sólo después recordó que estaba durmiendo en el sofá, cuando la somnolencia de Lina fue desapareciendo, se fijó en la nuez de Adán y por fin se dio cuenta de la posición en la que estaba tumbada en ese momento, así que se incorporó de manera brusca y sorprendida.
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