Capítulo 404 Asumiré que te agrada
En ese momento, Daniel estaba en la sala del piano, en el segundo piso, observando cómo se marchaba el Señor Jaramillo. Después de mirar el auto negro al borde de la carretera, se mordió los labios, luego, sacó su móvil y compró algo por internet. En apenas una hora, los empleados de la tienda de flores llegaron con un ramo.
Daniel tomó el ramo y se dirigió al edificio de al lado. Al verlo, las señoras de la tienda de flores parecían emocionadas. Sara estaba estirando la espalda cuando vio al hombre, por lo que empezó a sonrojarse al instante, y antes de que pudiera hablar, Daniel le preguntó:
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