Capítulo 309 El olor de las latas
Cuando sonó el despertador al día siguiente, Lina se levantó, estiró la mano hacia la mesilla por costumbre y se sorprendió de no sentir el reloj contra la palma de la mano.
Cerró los ojos y escuchó un rato antes de darse cuenta de que el sonido del despertador procedía de debajo de la cama.
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