Capítulo 228 Inconfundible
Justo cuando Lina estaba a punto de salir corriendo, Adán se detuvo delante de ella y agarró una almohada, luego le sujetó el tobillo y lo puso sobre la almohada. Ella quiso retroceder por reflejo, pero él le sujetó la pierna.
—Estás sangrando —dijo sin rodeos.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread