Capítulo 211 Yo no fuerzo a la gente
Al día siguiente, en el Grupo Peralta. Al entrar en el vestíbulo, Lina avanzó a paso de tortuga. Se contuvo todo lo que pudo, pues toda su alma se resistía a la idea de estar aquí. Pasó un tiempo indeterminado antes de que su móvil empezara a sonar, era Julio. Contestó, pero en su lugar escuchó la voz de Adán.
—¿Piensas pulir todos los azulejos del vestíbulo antes de subir? —preguntó con frialdad.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread