Capítulo 95 ¿Por qué no le caigo bien al Presidente Peralta?
Lina nunca soñó que se diera una situación así, que Adán le lavara el cabello. No solo era algo indigno de alguien de su categoría, sino que además era demasiado extraño como para pensar en ello. Tal y como estaban las cosas, se sentía como si fuera una reclusa en el corredor de la muerte que esperaba a que cayera la guillotina. Con un poco de miedo, dijo:
—Presidente Peralta, ¿qué tal si lo hago yo misma?
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