Capítulo 80 Él no la dejará ir
El tenue resplandor de la luna iluminó la afilada nariz del hombre, sus finos labios y su definida mandíbula. Levantó un poco la cabeza para mirar al cielo, pero no parecía darse cuenta de su presencia. El primer instinto de Lina fue darse la vuelta y salir corriendo, pero vio a Julio de pie a cierta distancia de ella. Él la saludó con un gesto corto. Lina se quedó sin palabras; no tuvo más remedio que caminar hacia Adán antes de detenerse frente a él.
—¿Qué está haciendo aquí, Presidente Peralta? —preguntó.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread