Capítulo 278 El funeral del duque
En el momento que mencionó el chalé Esquivel, comprendí que quería dejar a nuestros hijos a cargo de mis padres. No estaba del todo dispuesta a hacerlo.
—Incluso si nos quedamos con los niños, solo la niñera podrá cuidar de ellos. Será mejor enviarlos al chalé. Después de todo, tus padres están solos y tienen tiempo para criarlos, y se alegrarán de tener a sus nietos cerca —me explicó con paciencia al notar mi expresión de preocupación. Llevaba la duda escrita en el rostro cuando Santiago se inclinó para mirarme a los ojos—. Cariño, ¿qué tal si nos instalamos en Bristonia? De ese modo, podrías pasar tiempo en casa con ellos cada vez que estés libre y no sería muy diferente a que los criaras tú misma —me propuso con dulzura.
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